Sunday, November 1, 2009

Mi submarino rodante en Munich


En 2007 tuve una gran experiencia y en poco tiempo aprendi mas sobre generosidad y confianza que lo que habia aprendido en muchos años en mi pais.
Despues de algunos años viajando a India, Vietnam, etc, decidi que estaba cansado de tanta gente y calor. Decidi hacerme una casa rodante en Europa y usarl
a de base para hacer fotos. Era una inversion importante, pero una vez hecha el costo de moverme en Europa por un mes al año seria practicamente nulo..

Sin pensarlo mucho compre una Van Renault Master usada (ancho y alto interior 1.95!) para prepararla en Munich. El plan era estacionar frente a un “Baumarkt” y trabajar ahi... No tenia idea.
Primeramente debia conseguir las partes, pero no hablando aleman no sabia como, asi que pense: una casa rodante y un velero usan las mismos componentes. Busque un proveedor nautico y encontre este: “Der Segler”, donde un Sr. Theo me atendio pacientemente.

Cuando le conte lo que queria hacer me miro raro y me conto que el tenia tambien una casa rodante! En Sudafrica! Y que habia alguien alli que la cuidaba durante el año. De manera que el a su vez me iba ayudar a mi, (que habia entrado por su puerta media hora antes) y me iba a dejar usar su taller y herramientas para el trabajo.
Theo resulto ser no solo un fino tecnico mecanico, sino un tipo fantastico. A la semana de encontrarnos me escribio que habia consultado con su mujer (Ulla)  y que podia dormir en su casa.

Menos mal. No tenia idea de lo dificil del trabajo. A traves suyo y desde Buenos Aires compre todos los componentes. Tanques de agua y gas, calefactor, baterias, heladera, cocina, caldera, caños, aislantes, etc. Y cuando volvi a Munich trabaje un mes para armar lo que ven.
Trabaje 16 horas por dia solo (todos estan ocupados)  y en el patio, ya que el taller estaba lleno de trastos. Cuando tenia tiempo Theo bajaba un rato, me daba instrucciones, aliento y standards alemanes (!). Y me mostraba herramientas desconocidas.



Al terminar vi claramente que nunca lo hubiera podido armar sin sus consejos y ayuda. Fue una leccion de confianza y generosidad que me obliga a mi vez en el futuro a actuar de la misma manera. Gracias, Theo.
Finalmente, varios kg. mas liviano y con las manos despellejadas, volvi a casa y la Van quedo en un aserradero, donde me espera todo el año. De esta manera mis viajes cuestan poco mas que el pasaje. Unos cuantos litros de Diesel y 100 euros en un supermercado bastan para un mes de spaghettis y 3000 km.
A pesar de haber construido varios edificios en 30 años de profesion, esta fue una de las obras mas dificiles de mi historia, y como ven estoy mas que orgulloso.

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